El Girona va a por la liga
Los catalanes con un gol al 65 de Sávio Moreira confirma el liderato en la liga por una semana mas.
El equipo líder se afianza aún más. El Girona demostró en Vallecas que su posición en la cima no es una estratagema, sino un desafío a los grandes de LaLiga. Desarrollan un juego atractivo, marcan goles, remontan… y un ejemplo de ello se vivió en este partido. A pesar de que el Rayo comenzó fuerte y Álvaro anotó el primer gol a los cinco minutos, los catalanes, una vez despertados, lograron dar vuelta al marcador. Dovbyk igualó el marcador y Savinho aseguró la victoria. El sueño de clasificar a competiciones europeas está tomando forma, al igual que el crecimiento constante del equipo, algo que llena de orgullo a Míchel, quien siempre será considerado parte fundamental de Vallecas, su hogar.
El encuentro tuvo inicio con la entrada de Míchel al terreno de juego. Una pancarta en el Fondo le dio la bienvenida al barrio: ‘Míchel, el nieto de la María’. Vallecas lo recibió como siempre, con aplausos y cánticos de su nombre: “¡Míchel, Míchel!”, resonaba mientras El Niño agradecía emocionado. Entre la multitud, muchos rostros familiares, amigos de toda la vida, compañeros de escuela, vecinos del barrio y seguidores del Rayo, aquellos con quienes comenzó a escribir su historia. En cuanto al desarrollo del partido, los primeros minutos vieron al Rayo tomando el control del balón, con Álvaro anotando el primer gol tras un rebote en Isi. Los locales buscaban más oportunidades, con intentos de Óscar Valentín, pero la intervención salvadora de Gazzaniga desvió el balón a un córner. Mumin bloqueó el disparo de Yangel, aunque era solo una pequeña resistencia en medio del asedio continuo por parte del equipo dirigido por Francisco. El Pacha le sirvió un balón a Camello, una de las sorpresas en la alineación, pero su cabezazo se elevó demasiado.
El Girona siempre es impredecible, ya que irradia peligro en cada poro de su ser. Aunque inicialmente resistió el ataque del Rayo, luego construyó el suyo. Savinho envió un pase desde la izquierda a Iván Martín, quien a su vez lo entregó a Dovbyk. Este último, de taconazo, envió el balón hacia la portería, donde Lejeune apareció milagrosamente para evitar el empate justo sobre la línea. Este momento marcó el despertar de los catalanes, que se volvieron mucho más activos, forzando a los madrileños a retroceder hacia su propia área. Dimitrievski realizó una impresionante parada para detener un potente disparo de Iván Martín, pero el constante asedio de los catalanes tuvo su efecto. La conexión ucraniana fue clave en el gol del empate (1-1), con Tsygankov superando a Pacha para habilitar a Dovbyk, quien controló y venció a Dimi. El Girona continuó presionando, y Dovbyk intentó nuevamente vencer al portero rayista con una volea desde un ángulo cerrado, sin éxito al final.
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