El portero costarricense veía con buenos ojos volver a vivir en Madrid

12/30/2023. La lesión de Courtois el pasado 10 de agosto provocó un terremoto en el Real Madrid. Primero, por el golpe moral que suponía la baja de larga duración del mejor portero del mundo. Y segundo, por el tsunami de ofrecimientos que llegó a Valdebebas. La dirección deportiva del Real Madrid se vio desbordada por las llamadas de más de un centenar de representantes que hicieron llegar la disponibilidad de sus clientes a jugar en el equipo blanco. El Madrid atendió a todos, pero tenía la hoja de ruta trazada. La primera opción era Kepa y se hizo con sus servicios tras una operación exprés con el Chelsea y con el jugador, que abortó en el último segundo su movimiento al Bayern.

Con el fichaje de Kepa se rompieron enseguida las ilusiones de muchos porteros. Uno de ellos, Keylor Navas. El meta costarricense, ganador de tres Copas de Europa entre 2016 y 2018, fue uno de los que levantó el teléfono para ofrecer sus servicios. Relegado a la suplencia en el PSG y tras una temporada de cesión en el Nottingham Forest, el tico intentó el regreso al Real Madrid. A su favor contaban su experiencia y el conocimiento de la casa, pero el equipo blanco no dio pie a ilusión alguna.

Keylor Navas estuvo en el Real Madrid cinco temporadas, entre los cursos 14-15 y 18-19. Cinco años en los que logró tres Copas de Europa, cuatro Mundiales de Clubes, tres Supercopas de Europa y una Liga. El equipo blanco se convirtió en el club de su vida, disputando 162 partidos y encajando solo 159 tantos. No sale a un gol en contra por partido tras disputar un total 14.700 minutos. En ningún club ha jugado más que en el Madrid, donde encontró la confianza plena de Zinedine Zidane, que incluso llegó a frenar el fichaje de Kepa en 2017 para no poner en riesgo la figura de Navas.

La ilusión de volver a Madrid

Navas, que perdió el puesto en el PSG con Donnarumma, intentó un regreso que le hubiera permitido además reencontrarse con viejos amigos y recuperar su vida en Madrid, ciudad a la que se aclimató a la perfección y en la que tanto él como su familia fueron felices, mucho más de lo que son ahora en París.

Porque no son buenos tiempo para Keylor, que empezó la temporada como suplente de Donnarumma y que ahora mismo es el tercer guardameta tras la lesión de espalda que sufrió en octubre. En los planes de Luis Enrique, Arnau Tenas también está por delante.